El Entorno
- Castillo de San Carlos: Fortificación defensiva mandada construir en época del rey Carlos III de España para defender la costa de los ataques de los barcos enemigos. En 1892 fue vendido por el Estado y adquirido en pública subasta por D. Plácido Castro Rivas el cual era un industrial muy importante en la comarca y natural de esta villa. Años más tarde, su hijo, Plácido Castro del Río, donó, en 1948, al pueblo de Finisterre este inmueble para que en él se hiciera un Museo. Finalmente, la Cofradía de Pescadores de Finisterre y la Consejería de Pesca habilitaron el local para convertirlo en el Museo de la Pesca, el cual fue inaugurado en el 2006. En este Museo se muestra la evolución de la pesca a través del tiempo en cuanto a embarcaciones y aparejos, las costumbres de la gente marinera y los naufragios que se han producido en esta costa.
- Iglesia de Nosa Señora das Areas: Iglesia de finales del s. XII (declarada Monumento Histórico-Artístico) la que ha sufrido modificaciones y ampliaciones durante varios siglos. De ahí, que en ella se encuentren los estilos románico, gótico y barroco que corresponden a las distintas intervenciones arquitectónicas de que ha sido objeto. En esta iglesia está la imagen del Santo Cristo de Fisterra: “O Cristo da Barba Dourada” ante el cual se postraban y se postran los miles de peregrinos que llegan a Fisterra para finalizar el Camino de Santiago después de haber visitado la tumba del Apóstol en Santiago de Compostela: quemar las ropas, bañarse en el mar, coger la concha de vieira y retornar a sus lugares de origen como “hombres nuevos” después de la peregrinació La Fiesta del Santo Cristo es el domingo de Resurrección, la cual ha sido declarada de interés turístico.
- Faro de Finisterre El Faro más importante de esta Costa da Morte, pues con su luz guía a los barcos en su navegación por estas aguas peligrosas por los temporales que se producen y los bajos o arrecifes que existen y pueden causar el naufragio de las embarcaciones. El edificio actual es de 1868 y es el lugar más visitado de Galicia después de la Catedral de Santiago de Compostela.
- Monumento al Emigrante: Recuerda a los miles de emigrantes de Fisterra y Galicia que se vieron forzados a dejar su tierra en busca de un futuro mejor. De una manera especial está dedicado a los emigrantes en Argentina y en los países de América, así como a los que se encuentran en otros lugares del mundo, tanto a ellos como a sus descendientes. Este monumento es obra del escultor Agustín de la Herrán Matorras y fue realizado a iniciativa del Alcalde José Fernando Carrillo Ugarte e inaugurado en 1993.
- Cementerio del Fin de la Tierra: Es una obra del arquitecto César Portela que está todavía sin acabar pero, sin embargo, ya ha recibido numerosos premios de arquitectura.
- Lonja Turística: Es el mercado donde se subasta el pescado que llega de la mar y que permite que los visitantes puedan presenciar cómo se realiza esta primera venta, además de conocer las especies más importantes que capturan por los barcos de bajura de este puerto. Estos pescados y mariscos los pueden desgustar luego en los numerosos restaurantes que existen en la villa y que constituyen la principal oferta turística gastronóAdemás, en su interior alberga una exposición sobre la pesca.
- Playa de Langosteira: De casi 3 km. de longitud, es la playa más turística del municipio, y sin duda la más visitada de la Costa de la Muerte. Suele recibir la bandera azul, y cuenta con multitud de servicios, paseo marítimo, accesos para minusválidos, una riqueza marisquera y natural de gran importancia (el longueirón), y unas vistas inigualables del pueblo de Finisterre y de la redonda fisterrana.
- Playa de Talón: Desde esta ubicación, los peregrinos observan por primera vez el cabo Fisterra. Es la vista más famosa de la villa, y una playa maravillosa, de aguas cristalinas y tranquilas.
- Playa de Corveiro: Enclavada en el pueblo, a los pies de la Iglesia de Nosa Señora das Areas, es un paraíso natural, sobre todo para los amantes del buceo.
- Playa de la Ribeira: Está situada en pleno casco histórico, al lado del puerto y el Castillo de San Carlos. Es una playa de gran belleza, antiguo puerto natural del pueblo, y de cuyos beneficios se aprovecha gran parte de la población de Fisterra.
- Playa de Sardiñeiro: Es la playa del pueblo del mismo nombre, situado al norte del municipio.
- Playa de Mar de Fora: Una de las más hermosas de la Costa da Morte, de gran peligrosidad y fiereza, ha visto multitud de muertes a lo largo de los siglos. Por lo demás, recientemente se han protegido sus dunas, y un paseo marítimo ha mejorado los accesos. Las vistas del Cabo da Nave (punto más occidental del continente europeo) y de la mística Isla do Centolo la convierten en un lugar de visita y disfrute obligado.
- Playa de Arnela: Pequeña cala enclavada en la costa, donde el 1988 aconteció el naufragio del Casón. Es una playa peligrosa pero de gran belleza y con accesos mejorados desde el año 2002.
- Playa de Rostro: La más grande del municipio, con 3 km. de longitud aproximada, es también la más peligrosa y una de las más bellas.
Costa da Morte
La Costa da Morte es realmente una tierra mítica, mágica, llena de historias, uno de los confines más especiales de la vieja Europa, con una personalidad única que cada día atrae a más personas, donde los turistas dejan de serlo, y se someten al espectáculo como parte integrante, sintiendo que esta tierra, es poderosa, singular y también acogedora.
Paisajes espectaculares y hermosos, riqueza histórica, faros vigilantes del horizonte, gastronomia con carácter propio.
Además de ser el final del camino de peregrinación hacia el occidente más remoto del continente, es un encuentro con la vida en estado puro, donde los elementos luchan pero también se complementan.
Acantilados afilados, valles fértiles y verdes, aldeas milenarias, puertos de mar encantadores… A Costa da Morte nos da la bienvenida pero también nos roba algo, algo que nosotros complacientemente estamos dispuestos a dar.
Monumentos y visitas
Playas
Siendo, el territorio municipal de Fisterra, un Cabo, éste está rodeado de mar y de excelentes playas, unas de mar abierto y fuerte oleaje (apropiadas para la práctica del surf) y otras, al abrigo del Cabo, de aguas tranquilas y cristalinas.